Después de unas largas vacaciones,
estoy de regreso para contarles todas las experiencias que tuve la oportunidad
de compartir y analizar, unas que me cuestionaron mucho y otras de las que aprendí
un montón; pero como lo he dicho desde el principio el camino de papás continúa
y debemos estar abiertos a aprender de los demás.
Hoy y gracias a una conversación
con una mamá que está empezando el camino con su hija de un año quiero contarles
mi reflexión sobre la DIFERENCIA ENTRE DAR AFECTO A LOS HIJOS Y FORMAR INDEPENDENCIA Y AUTONOMÍA
EN ELLOS; muchas
veces creemos que son antagonistas y que tenemos que elegir entre el amor que
le damos a nuestros hijos y la exigencia para formarlos como personas responsables,
independientes y autónomas; pero estamos muy equivocados, realmente son aliados y van de la mano, pues tenemos miles de oportunidades para darles
amor a la vez que los formamos en independencia; lo hacemos sin darnos cuenta al jugar con ellos (cuando los
enseñamos a cumplir las reglas del juego), al acostarlos y levantarlos (donde
les damos la estructura de una rutina cariñosa), al ayudarlos en las tareas (cuando
les enseñamos que no importa lo difícil que sea, siempre hay que intentar) y al
compartir las comidas (cuando enseñamos modales, a probar cosas nuevas y a
compartir un momento especial en familia); pero también al darles oportunidad
de expresar sus emociones (cuando les damos espacio para estar tristes,
furiosos, pero también felices), acompañarlos cuando comenten errores (donde
les enseñamos a aprender de ellos y enfrentar las consecuencias de lo que se
hace), cuando les damos la oportunidad de participar en las tareas de la casa o
les delegamos pequeñas tareas que pueden cumplir (los hacemos sentir valiosos,
importantes y sobre todo grandes, al tiempo que los olemos responsables)
Por todas esas razones dar
afecto y darles herramientas para ser independientes y autónomos, son
complementarios, lo hacemos día a día y en los momentos que menos pensamos y si
lo hacemos con amor, logramos los objetivos juntos.
Nuestros hijos nos necesitan
para crecer en amor, afecto, estatura, responsabilidad e independencia y
podemos ayudarlos a hacerlo en todos los aspectos a la vez, sin que sean
contradictorios, no debemos elegir entre afecto o independencia, podemos
amarlos y consentirlos al tiempo que exigirles y darles responsabilidades, solo debemos dejar que el amor por ellos
nos guíe en el proceso.
Cuando lo hablé con la mamá que les cuento no lo tenía
tan claro, pero ahora que lo escribo lo entiendo !!
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