Por qué los niños
ya no juegan, no son creativos y todo el tiempo preguntan ¿ahora que hacemos,
cuando no están frente a un aparato electrónico?
Es
cierto que la tecnología ha tenido grandes avances en pro de facilitar el
aprendizaje y crear para los niños un entorno lleno de posibilidades, sin
embargo, creo que como papás estamos dejando que esto se convierta en el único
medio de diversión en los niños y por
eso los niños ya no saben jugar.
Si
nosotros fuimos niños y vivimos experiencias especiales de juegos creados, ¿por
qué dejamos que nuestros hijos tengan una experiencia tan diferente?
LA POLÉMICA
Existen
muchas habilidades que queremos desarrollar en los niños para que logren ser
exitosos en un mundo cada vez más competitivo, habilidades que creemos
cubiertas con los avances en tecnología: juegos de ipad, video juegos, robots;
pero no es así, cada día se llenan los consultorios de terapeutas
ocupacionales, fonoaudiólogas y psicólogas de niños que no juegan, y terminan incrementándose las dificultades de aprendizaje, sensoriales y
emocionales.
¿Dónde
quedó el juego en el parque, poder ensuciarse, saltar con la golosa, el caucho,
correr y armar con el yermis….olvidado detrás de la tecnología y el
sedentarismo?
LA REFLEXIÓN
¿Tenemos
que esperar que nos remitan a una valoración de algún especialista que nos recuerde, “jugar”, compartir con
nuestros hijos, darles la posibilidad de explorar su entorno, de descubrir sus
talentos a partir del juego?
Creo
que podemos ayudar a los niños desde muchas perspectivas, es más podemos
ayudarlos recordando lo que hacíamos cuando éramos niños y compartiéndolo con
ellos, dejando de ser papás sedentarios y que todo lo delegan en los aparatos
electrónicos, para pasar a ser papás que corremos creamos y construimos con
nuestros ellos.
LA CONCLUSIÓN
“El juego es la
base fundamental para el desarrollo de habilidades”, muchas veces no nos damos
cuenta de que los juegos dan la posibilidad de socialización, creatividad, la
solución de problemas y el desarrollo del lenguaje; no esperemos que el juego
sea reemplazado por un ipad que les da toda la información y que no saben
aplicar en un contexto.
EL RETO
Dejemos de ser
adultos aburridos para enseñar a los niños a jugar, no hay abuelo o papá que no
recuerde las salidas al parque, las relaciones con amigos y los miles de juegos
compartidos en la infancia. Convirtámonos en profesores creativos para hacer
que cosas tan aburridas como las tablas de multiplicar de memoria o el aprendizaje
de poesías sea activo y emocionante.
Y
teniendo en cuenta temas anteriores conectémonos con la emoción de los niños, para ellos nunca hay un día igual a otro,
siempre crean y construyen cosas nuevas, construyamos talentos y porque no, encontremos nuestra propia emoción más allá de
la rutina, las responsabilidades; conectémonos con el niño interior que tenemos
y no esperemos llegar a las interminables
terapias de nuestros hijos para recordar que nosotros también fuimos niños.
0 comentarios:
Publicar un comentario