Estar
de acuerdo como pareja en la educación de los hijos es el sueño más grande que
puede tener cualquier familia, pero desafortunadamente solo es eso un sueño….
Porque la realidad es que generalmente no estamos sincronizados y terminamos
evidenciando las diferencias delante de nuestros hijos, quienes no saben cómo
actuar, a quien obedecer y terminan con su gran inteligencia manipulando para
lograr lo que quieren.
Es
un hecho que existen y existirán muchas ocasiones en que no estamos de acuerdo
con la exigencia, la norma o la forma de llamar la atención, en el momento nos
molestamos, pero DESPUÉS NOS
CUESTIONAMOS ¿Qué podemos hacer si no estamos de acuerdo? ¿cómo manejamos
las diferencias? ¿cómo ser coherentes?
Esta
situación de educación TERMINA SIENDO
MUY POLÉMICA, y no falta que alguno termine juzgando y usando palabras
como: si hubieras…. Que nos llega a
molestar tanto y que, en lugar de mejorar la situación, la lleva a su límite,
generando más diferencia, pero después de la tempestad viene la calma y ella es
la que nos da la oportunidad de ver las cosas diferentes, REFLEXIONAMOS y nos damos cuenta que, no sacamos nada yendo por
caminos diferentes, podremos parecer buenos o malos ante nuestros hijos pero no
les estamos ayudando a enfrentar la vida de la mejor manera; pero es muy
difícil lograr el autocontrol que tanto le pedimos a nuestros hijos en los
momentos donde sentimos agotadas todas
las herramientas y recurrimos al grito, la amenaza y creamos situaciones que estábamos
de acuerdo en evitar.
DEFINITIVAMENTE educar a los hijos entre dos o
más adultos (papá, mamá, abuelos, familiares) es como preparar una receta
cuando los ingredientes son tan diferentes (dulces, salados, ácidos, picantes)
y todos deben mezclarse cuidadosamente. Como papás necesitamos tiempo para
elegir los ingredientes de los que trae cada uno y descubrir la mejor manera de
combinarlos, lograr el mejor acuerdo y la mezcla perfecta para evidenciar ante
nuestros hijos el equipo que somos. A veces nos queda salado otras dulce y
muchas otras tan picantes que no logramos comerlas
ASÍ QUE EL RETO principal es buscar la
coherencia en lo que decimos y exigimos, llegar a acuerdos antes de las
situaciones y no en el momento cuando ellas nos abruman… y en caso de
emergencia, cuando no sabemos cómo actuar o sabemos que vamos a terminar
incumpliendo los acuerdos, lo mejor es ceder el turno, si ya hemos darle la oportunidad al otro de manejarlo, con
seguridad lo hará con mayor tranquilidad.
Al
final somos un equipo y como tal tenemos que ayudarnos en la gran tarea de
formar a nuestros hijos, no somos perfectos ni buscamos la perfección en ellos,
es así como no es malo para nada evidenciar las diferencias ante ellos de
manera apropiada “en este momento no estoy de acuerdo con papá, pero vamos a
encontrar la mejor manera de solucionar esta situación”, no es malo estar en desacuerdo, es malo desautorizar o invalidar …..
0 comentarios:
Publicar un comentario