Mi hijo tiene un
miedo inexplicable, ante ciertos cambios ( regreso de vacaciones, domingos, regreso de paseos) llora y dice que se siente “raro”,
como si no fuera verdad lo que está pasando, yo sentía mucha angustia y más
desde mi profesión. La solución era regañarlo y hablarle fuerte, lo cual nunca
funcionó y solo incrementaba su miedo …….
Estamos acostumbrados a decirles a nuestros
hijos que no deben tener miedo a nada y nos molestamos cuando lloran por algún
miedo que para nosotros es irracional, pero nos preocupamos cuando lo que vemos
es ansiedad, angustia, tristeza o rabia ante situaciones que nosotros no
creemos peligrosas; es en ese momento donde decidimos buscar ayuda o buscamos
analizar que está pasando.
Los
miedos de nuestros hijos terminan dándonos miedo porque no sabemos cómo
manejarlos, ¿los protegemos cuando dormimos con ellos, cuando les dejamos la
luz prendida, cuando evitamos los parques con perros…? No, no los protegemos evitándoles las
situaciones y mucho menos las emociones, los ayudamos si los acompañamos a
sentir las emociones que generan sus miedos, los ayudamos estando ahí para
ellos, poniéndonos en sus zapatos y ayudándolos a lograr el raciocinio.
En un momento
decidí cambiar, enfrentar mi miedo a la angustia de mi hijo, acompañarlo, crear
un entorno de amor, comprensión a lo que siente y ayudarlo a sentirse mejor. Y
la sensación (para los dos) pasó de ser un monstruo gigante que nos comía a un
momento especial de compañía.
Investigando descubrí algunos datos
curiosos sobre el miedo y el cerebro:
- · El miedo activa el sistema límbico, totalmente emocional, el cual genera las reacciones emocionales, de huida o ansiedad.
- · Para dar paso a la racionalización y permitir reacciones cognitivas frente al miedo actúa la corteza prefrontal, la cual está en desarrollo en los niños, por esta razón ellos necesitan una persona externa que les ayude a racionalizar los miedos. El miedo en el cerebro humano: Aina Ávila Parcet y Miquel Ángel Fullana Rivas http://www.investigacionyciencia.es/files/23528.pdf
- · La infancia por ser una etapa llena de cambios y retos, está más propensa a generar en los niños miedos y ansiedades, ya que no saben cómo actuar ante situaciones que nunca han vivido. Por eso nos necesitan para acompañarlos a superarlos. Ansiedad y estrés en la niñez: El cerebro de niños y adolescentes.http://cerebroniad.blogspot.com.co/2016/12/ansiedad-y-estres-en-la-ninez.html)
Todo este proceso de análisis me
ayudó a descubrir que la sensación de “raro” de mi hijo, es una mezcla entre
dificultad para asumir los cambios, ansiedad y angustia que solo se soluciona
con compañía, comprensión y tranquilidad; que el miedo que a veces sentimos
como papás con los miedos de nuestros hijos y tenemos la capacidad de
analizarlos desde la razón, no solo
desde la emoción, y nuestro cerebro de adultos puede ayudar a los niños .
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