¿Seguimos los consejos que nos dan en las redes sociales?

¿Seguimos los consejos que nos dan en las redes sociales?

A todas nos ha pasado, en algún momento nos sentimos tan agobiadas por una situación, que decidimos compartirla por redes sociales en grupos a los que pertenecemos para encontrar una idea, una luz o la mejor solución para nuestro problema, de hecho, a veces siento que con esa práctica, buscamos encontrar una “epifanía” y que cuando la leamos, nuestros ojos brillarán, caerá una luz del cielo, oiremos sonidos divinos y ¡zas!, problema resuelto.

LA “INVESTIGACIÓN”

Las mujeres somos en esencia comunicativas (algunos lo llaman de otra manera) y cuando hacemos este tipo de “post” el resultado es una verdadera tormenta de ideas, libros, estrategias, links, mensajes directos, etc… todos, con un común denominador; son bien intencionados. Pero, realmente ¿ayudó a solucionar nuestro problema? ¿Somos capaces de ponerlas en práctica?

Para responder la pregunta, hablé con la mayor cantidad posible de todas las mujeres que conozco y pregunté a las que se han atrevido a pedir públicamente ayuda con respecto a sus hijos: ¿Qué consejos las ayudaron? ¿cuáles se atrevieron a ensayar?

LA CONCLUSIÓN

La conclusión me sorprendió, les soy honesta, esperaba mostrarles hoy una lista de “recetas mágicas” perfectamente curada y comprobada, la cual posiblemente me llevaría a producir mi primer best seller en Amazon (insertar foto mía con Jeff Bezos acá), pero la conclusión es, que cuando compartimos nuestros problemas en la redes, realmente no buscamos soluciones, solo buscamos sentir la empatía de los demás.

En realidad, después de buscar ayuda, sentimos que no estamos solas, que hay muchas más mamás como nosotras y que viven los mismos retos, vemos que algunas se han equivocado igual que nosotras y por fin entendemos que no somos la peor mamá del mundo… esta es la mejor terapia, nos reafirmamos como mamás y volvemos a empezar…

Lo confieso yo también me siento igual, me siento tranquila cuando veo que no soy la única y tengo un grupo de apoyo detrás de mí y que no fui la única que decidió adoptar una estrategia que al final me hizo sentir un poco ingenua y no dio resultado.

Muchas veces el problema se soluciona porque nos empoderamos, sentimos que no somos las únicas sin “Manual”. Es como cambiar las gafas de sol con las que vemos la realidad y al verla con otro color vemos que no es tan “mala”, difícil y abrumadora.

LA CONSTRUCCIÓN

Realmente es una terapia de grupo donde aprendemos no solo de nuestros problemas sino de los problemas de los demás, de la importancia de “escuchar”, compartir y opinar; no importa que tan diferentes sean las opiniones o en que extremo están, importan los lazos que nos convierten en una sola mamá, con las mismas expectativas, temores, retos y realidades.

La invitación hoy es a darnos la oportunidad de valorar y construir espacios de mamás realmente importantes, aceptemos que nos buscamos para sentir empatía y aprovechemos la interacción para enriquecernos. Compartamos, construyamos y fortalezcamos juntas. Y si en el camino llegamos a metas que no nos imaginábamos lograr, compartámoslas, pues lo que alguna ya ha logrado puede ayudarnos como grupo.