EL
CUESTIONAMIENTO
En
el camino de unificar mis dos personalidades, me prometí generar estrategias
para poder construir con un grupo de papás interesados por la formación y
educación de sus hijos, las mejores estrategias que podemos implementar como
padres, pero no solo a partir de la psicóloga, sino de la mamá, que se
encuentra con el reto más grande de aplicar lo que investiga y lo que le ayuda
en sus terapias.
Pero
contrario a lo que creía a partir de los comentarios de muchos de ustedes y su
interés por empezar este camino, no logré lo que esperaba, tuve muchos interesados y a los que les gusta la propuesta, pero hasta
ahora solo uno dispuesto. ¿Qué pasó?
¿cuál es el bloqueo de este interés?
LA POLÉMICA
Las
razones aparecen: déjame ver si puedo, voy a consultarlo, ese día tengo….. o
definitivamente no puedo; en lo único que puedo pensar es ¿qué nos pasa? Argumentamos como papás que lo primordial para
nosotros son nuestros hijos y ser los mejores papás para ellos, pero cuando
aparece una propuesta que nos permitirá lograr este objetivo nos negamos, ¿tendremos
miedo a ser cuestionados por otros o peor, por nosotros mismos?
Y
cuando hago esa mirada a la mamá detrás de esa psicóloga que los invita, quiero cerrar los ojos y esconder mi cabeza
como la avestruz, pues descubro en mí, las mismas razones de ustedes y
peor, creo que “me las se todas” y que lo que me van a decir ya lo sabía, ya lo
estaba aplicando o tengo miedo de no estar haciéndolo bien. He perdido miles de
oportunidades de crecimiento como mamá y hoy sentada a este lado lo cuestiono.
LA REFLEXIÓN
Como papás
tenemos miedo de enfrentarnos a nosotros mismos, nuestros prejuicios y lo que
siempre hemos creído que significa ser papás; pero contrario a lo que creemos en esta labor no
hay únicas respuestas, no estamos frente a un cuestionario de selección
múltiple donde las opciones son limitadas, estamos frente a una tarea
maravillosa, llena de retos y aprendizajes, con múltiples caminos; y las oportunidades de crecimiento, solo son
eso oportunidades a las que les debemos sacar tiempo, puede que en ellas no nos cuestionen sino nos cuestionemos, pero a
la vez, encontremos lo bien que lo hacemos y descubramos que podemos ayudar a
otros a hacerlo mejor, entonces ¿por qué
no dar el primer paso?.
LA CONCLUSIÓN
Encontré
muchísimas respuestas escribiendo para ustedes:
·
¿Sentimos miedo de enfrentarnos
a otros papás y a alguien que suponemos sabe más que nosotros? Si lo sentimos porque sabemos
que no nos las sabemos todas y aunque queremos aprender no queremos sentirnos:
ignorantes, criticados, juzgados.
·
¿Realmente evitamos las
situaciones que nos llevan a pensar en nosotros mismos? La vida es un camino de
obstáculos y muchas veces preferimos buscar otro camino antes que encontrar la
salida, saltar o superar, porque si, logramos objetivos evitando, llegamos a la
meta aunque sea modificada y nos conformamos con ella.
·
El
hecho de que los niños de esta generación sean descritos como niños que
reaccionan de manera agresiva, impulsiva, que no saben luchar por sus ideales y
mucho menos mantener un criterio ante la presión de grupo ¿será por reacción a lo que hacemos como padres o lo que dejamos de
hacer? Si, ellos son nuestro reflejo y si omitimos o actuamos de maneras
incorrectas por desconocimiento, porque es la manera que aprendimos o la que
creemos que debemos usar; entonces, porque no hacernos fuertes juntos y crecer
para evitarlo?
EL RETO
Descubrámonos,
empecemos por enfrentar lo que tanto tememos, que no es un monstruo con dos
cabezas ni mucho menos, sino nosotros mismos. Aceptemos los retos y
oportunidades de crecimiento, usemos lo que el entorno nos ofrece, lo que nos
haga crecer. Hagamos lo que teníamos que hacer cuando éramos pequeños y nos invitaban
a una fiesta a la que no queríamos ir, solo
ir (en esa época obligados por nuestra mamá), les apuesto que más de uno
después de no querer ir ya no querrá que termine.
Las
oportunidades al igual que las situaciones que se nos presentan y debemos
decidir, solo se presentan una vez y generalmente nos sorprenden. Hoy yo di un
primer paso, después de pensarlo mucho y tomar la decisión sobre el tiempo, me
fui a una capacitación de mi profesión. Y les cuento que a pesar de que las
demás profesionales me llevaban unos cuantos años de experiencia que al
principio me hicieron sentir intimidada, trascendí y aprendí un montón.
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