EL
CUESTIONAMIENTO
Todos
como papás, cuando vamos con Nuestros hijos a un parque, cine o actividad con
más niños, vemos reacciones de otros niños (gritos, pataletas, dificultad para
seguir normas, para comer) y reacciones de los papás (dándoles gusto, gritando,
o simplemente dejando que la pataleta avance y en muchos casos algunos que lo
hacen mejor que nosotros). Pero a pesar de ser papás y pasar por los mismos
problemas “criticamos”. Y hoy me pregunto ¿por
qué al ver estas situaciones que nosotros manejaríamos diferente los
criticamos?. No criticamos la situación, criticamos a los papás, papás que
como nosotros están aprendiendo.
LA POLÉMICA
Pero
yo soy psicóloga, se supone que debo ver las cosas diferentes, se supone que en
teoría hay mucho por hacer y con parámetros muy claros, y en lugar de
solidarizarme y darle una mano o simplemente una mirada de tranquilidad a esos
papás en problemas, opto por criticar como lo hacemos “todos”.
Empieza
entonces una pelea interior, me critico a mí misma por pensar esas cosas de
otros papás, cuando yo vivo con mis hijos situaciones iguales y no sé que hacer
como mamá porque la psicóloga tiene todas las ideas claras.
LA REFLEXIÓN
El
cambio empieza por cada uno de nosotros y hoy quiero asumirlo, a partir de hoy
quiero comunicarme con los demás a partir de la solidaridad y las emociones
positivas, porque como lo dice Lucila Rosa Mejía “las emociones fungen, en
general, como hilos conductores entre nosotros y quienes nos rodean, hacen las
veces de puente, permitiendo afianzar las relaciones con otros”.
Lo
que me gustaría lograr es un cambio en mí y en los demás, asi que si en ese
momento donde vemos a una mamá o papá en problemas por lo menos los miramos
diferente, ponemos una mano en su hombro o le preguntamos si los podemos
ayudar; en lugar de criticar con las miles de ideas que tenemos pero no damos, ¿no estaríamos construyendo en lugar de
destruir, no estaríamos formando juntos a hijos felices y papás tranquilos?.
LA CONCLUSIÓN
Si
podemos hacerlo, si podemos si actuamos como lo que somos papás que no nos las
sabemos todas y que necesitamos de otros papás para crecer y ser mejores en una
gran labor, en la que Nuestros hijos aprenden, se forman y crecen gracias a lo
que les damos.
EL RETO
Hacerlo….
cada uno desde sus creencias, religión, experiencias, estados de ánimo y
temperamento, somos lo mismo PAPÁS, y si vemos el número de papás en el mundo,
nos daríamos cuenta de que tenemos un sistema de apoyo maravilloso, para
crecer, aprender y construir con otros, no “solos” como creemos que estamos.
¿Por qué no crear grupos de papás para ser mejores papás? Creemos juntos un
equipo de papás que no nos las sabemos todas… ¿tú quieres ser el segundo?, aquí
te espero, escríbeme y nos encontramos para crecer.
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